La comunicación y el darse su espacio, le ha funcionado a la pareja
El matrimonio de Jessica Alba y Cash Warren podría ser visto como “raro” en el turbulento mundo de Hollywood, cada vez más acostumbrado a que sus parejas más brillantes pongan fin a sus historias de amor intercambiando reproches en público y demandas en los tribunales.
Lo cierto es que la actriz estadounidense y su marido, un exitoso productor cinematográfico, siempre han proyectado una imagen idílica a lo largo de sus más de 15 años de convivencia conyugal, al margen de que ellos mismos hayan admitido que ninguna relación es fácil y que sus discusiones son tan frecuentes como en cualquier otro hogar.
Eso sí, la intérprete reconvertida en empresaria, de 42 años, no ha dudado en presumir ahora del tándem inmejorable que forma con su esposo, de 44 años. La clave de su saludable y provechoso vínculo, marcado por la confianza y el respeto mutuo, es nada más y nada menos que una comunicación fluida y sincera. Eso significa, por ejemplo, que cada uno ha de reclamar su propio “espacio” cuando la ocasión lo aconseja y, por otro lado, que ambos deben cultivar con frecuencia esas aficiones compartidas que no solo giran en torno a sus retoños: Honor (16 años), Haven (12) y Wyatt (5).
“Creo que a veces es la comunicación excesiva, y en otras es no comunicarnos tanto”, ha respondido así a la pregunta sobre el secreto de su longevo matrimonio. “En ocasiones hay que decir: ‘Necesito mi espacio, ya hablaremos luego’. Pero cuando le necesito, no tardo en decirle: ‘Te echo de menos, ¿cuándo estarás de vuelta?’. Se trata de expresar siempre cómo nos sentimos”, ha señalado en conversación con la revista Elle.
